martes, 29 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
sábado, 26 de mayo de 2012
"Bilbao"
Un hombre me dice: “me he perdido”. “Su voz me recuerda a la de alguien que conozco bien”.
miércoles, 23 de mayo de 2012
martes, 22 de mayo de 2012
lunes, 21 de mayo de 2012
De Peep Show (VII)
"(...) beber encima de la barra.
domingo, 20 de mayo de 2012

(...) el sitio a una de las rusas.
Estaba en la barra y llevaba colocadas aún las dichosas antenitas. Los demás, no. Tenía que ser el novio. Avance hasta él con la bata de seda cruzada y el cinturón atado -y en su sitio- y plantándome delante, bien pegada a su cuerpo, le dije con todo el descaro del que fui capaz -las piernas estaban temblándome un poquito- que si le interesaba yo podía ser justo el regalo que mejor le podría venir en una noche como esa. Me sonrió. Le pregunté si era el novio y volvió a sonreírme. Los amigos empezaron a animarle para que se viniese conmigo. Como todos llevaban puestas unas gafas de sol idénticas resultaban ser bastante parecidos entre si. Mi chico no, el era completamente distinto de los demás: rubio, alto, la barba cerrada, guapísimo. Lo cogí de la mano y comencé a hacerle cosquillas enmedio de la palma con las uñas. La piel nos sudaba a los dos. Se me quedó mirando fijamente, por fin. Me acerqué hasta su oído y le dije que si no quería no haría falta que lo hiciésemos del todo, que me limitaría a masturbarle como él me dijese. Se dio cuenta de que mi mirada rezumaba ternura. Tuvo que hacerlo. Asintió con la cabeza sin decir nada, sonriéndome de nuevo, y dejó el vaso que se estaba tomando posado a medio beber encima de la barra. (...)
jueves, 17 de mayo de 2012

miércoles, 16 de mayo de 2012

Aunque no es corriente, hay veces en las que, entre tanto gordo y tanto chino, se puede ver en los shows el careto de algún tío que mola. Más o menos. Tíos borrachos o con pinta de malos o de suicidas. En esos casos, no le dejo al pavo que me vea el coño, para que vuelva y para que se joda. Aunque, en fin, no es lo habitual ni por asomo que los tíos buenos se dejen caer por la putas cabinas; a los tíos buenos casi siempre les aburre mirar. O eso dicen. Sin embargo, el otro día, un sábado, en una despedida de soltero me imagino que era -los nichos, como yo les llamo a veces, se llenaron casi todos a la vez con fulanos de treinta y tantos que llevaban puestas en la cabeza unas antenitas como de hormiga o de marciano, de lo más pedorro- me sucedió algo especial. Uno de los tíos de las antenas estaba tremendo. Superbueno. Os lo juro, chicas; estaba lo que se dice de puta madre. Al pasar la primera vez junto a su ventana, mientras me estaba desabrochando el sujetador, me pareció distinguir en la oscuridad unos ojos muy verdes, rasgados... un pasotón de ojos". (...)
martes, 15 de mayo de 2012

lunes, 14 de mayo de 2012

"Porque quieren más. Todos quieren más. Los tímidos también quieren más.
Y no hay más. No. Davis, el encargado, o el gerente como él prefiere que lo llamen, lo sabe, sabe que de vibradores nada de nada, que o me sueltan cada día otros dos billetes de cincuenta o los cimborios esos se los pueden ir metiendo ellos por el culo. He tenido que volver a repetírselo hoy mismo. Ya cansa. El me ha mirado con rabia y me ha sonreído. Ni me inmuto. Soy más lista que él y gano más pasta que él. Seis horas cada tarde de show ininterrumpido turnándome con otras cinco chicas: guiris todas, rusas o de por ahí, y una colombiana, tope de nerviosa, que a mi me recuerda a una ardilla. En los lésbicos, cuando amagamos el sesenta y nueve, hay que estar bien atenta para que la Flavia no te salte un ojo de un taconazo. Es el perico. La tía le pega a la farla que da gusto. Las rusas son ya harina de otro costal. A una de ellas -flaca, una morena que apenas habla- el Davis le suelta de vez en cuando algún billete bajo cuerda. Esta, que es la más bicho de todas, no puede ni verme desde que un día apareció por el curro con una corbata de seda para el maromo y fui yo y le pregunté de donde coño la había sacado. Ahora el gilipollas ¡cómo son los tíos! se la pone a veces y saca pecho, el cabrón, como si, gracias a la puta corbata de color caca, se hubiese transformado en multimillonario. El es exactamente igual que la corbata, otra caca. ¿Qué no?. Miren, atiendan, la otra tarde..."
jueves, 10 de mayo de 2012
De Peep Show (I)